- Permite ahorrar el consumo de energía (y en tus facturas).
- No es contaminante con el medio ambiente.
- Es renovable: utiliza recursos capaces de renovarse ilimitadamente como el sol, viento, agua, entre otras.
- No necesita conexiones eléctricas, pues carga con el sol.
- Tiene escaza necesidad de mantenimiento.
Y tú, ¿qué esperas para cambiarte a la energía solar?